Wilfrido Ruiz,Alejandro Brugués,Noé A. Fuentes,Gabriel González
El 1o de enero 2014 el gobierno aumentó la tasa del impuesto al valor agregado en la región y franja fronteriza, homologándola con la del resto del país. El presente artículo explora los impactos económicos de esta medida en materia inflacionaria recesiva (producción y empleo) y en relación con el comportamiento de las transacciones fronterizas. Se ofrece un balance que, aunque es de coyuntura, permite valorar si la actual política fiscal es la más conveniente para promover el desarrollo regional.