Patricio Flores
Las decisiones de cambio no se podían aplazar. En este contexto de cambio, es necesario preparar también el terreno para que los beneficios sociales lleguen sin demora, sobre todo los relacionados con los ingresos de los trabajadores y la justicia laboral. El desempleo y la precarización del salario están mermando la calidad de vida de la población; la caída del poder adquisitivo del salario mínimo en las últimas décadas ha sido grave y drástica para la calidad de vida de los mexicanos, y los aumentos al salario mínimo por lo regular quedan sobrepasados tan sólo por el aumento en los alimentos básicos. Aún queda mucho por hacer. La legislación laboral vigente no se ha ajustado del todo a los tiempos actuales, ya que no le facilita en lo más mínimo la oportunidad a millones de personas que necesitan trabajar, además de que los requerimientos y realidades de miles de empresas que pudieran contratarlos no encuentran los perfiles idóneos.